Dame cualquier pista, cualquier señal, cualquier llamada, da igual si es a las 4 de la tarde que a las 4 de la madrugada. Solo dímelo. Solo pídemelo, y ahí estaré.
He estado tan ausente como mi propia persona, no sé por qué estoy perdida, no me encuentro, seguramente porque no te tengo a mi lado y no he vuelto a ver tu sonrisa, que era cuando lograba recordar el motivo de mi f e l i c i d a d.
Déjame recordar. Déjame reinventar. E inventar de nuevo. Nuevos besos, nuevos abrazos, nuevas sonrisas junto a ti.
Déjame de nuevo que yo tenga la culpa de esa maldita sonrisa, preciosa, como tú.
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